Aníbal Orué Pozzo
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
1-23
Las fronteras paraguayas
en el contexto de las relaciones
Paraguay-Brasil (1960-2018)
1
As fronteiras paraguaias no contexto
das relações Paraguai-Brasil (1960-2018)
Paraguayan borders in the context
of Paraguay-Brazil relations (1960-2018)
DOI: 10.21530/ci.v17n3.2022.1247
Aníbal Orué Pozzo
2
Resumen
El artículo describe tres ondas de ocupación del territorio del
este paraguayo entre los años 1960-2018, y su relación con
la reconfiguración de las fronteras políticas y socioculturales
paraguayas asimismo su implicancia en el campo de las relaciones
bilaterales entre ambos países. Partiendo, prioritariamente, de
una bibliografía producida en Paraguay, se busca establecer una
interpretación de los últimos 60 años en la transformación de
la región este del país en función a la fuerte presencia de flujos
migratorios brasileños — personas y capital.
Palabras clave: Relaciones Paraguay-Brasil; Fronteras; Migraciones.
Resumo
O artigo descreve três ondas de ocupação do território do
leste paraguaio entre os anos 1960-2020, sua relação como a
1 Este trabajo fue financiado por el Edital No. 136/2018 de la PRPPG-UNILA, que
corresponde al programa de Agenda Tríplice de esta institución superior brasileña.
2 Doctor, con posdoctorado en el Centro de Estudios Avanzados (CEA) — Universidad
Nacional de Córdoba, Argentina. Docente de la Universidad Federal de la
Integración Latinoamericana (UNILA) — Brasil e docente colaborador de la
Universidad Nacional del Este (UNE) — Paraguay. (aoruepozzo@gmail.com).
ORCID: http://orcid.org/0000-0003-3679-0617
Artigo submetido em 31/12/2021 e aprovado em 12/12/2022.
ASSOCIAÇÃO BRASILEIRA DE
RELAÇÕES INTERNACIONAIS
ISSN 2526-9038
Copyright:
• This is an open-access
article distributed under
the terms of a Creative
Commons Attribution
License, which permits
unrestricted use,
distribution, and
reproduction in any
medium, provided that
the original author and
source are credited.
• Este é um artigo
publicado em acesso aberto
e distribuído sob os termos
da Licença de Atribuição
Creative Commons,
que permite uso irrestrito,
distribuição e reprodução
em qualquer meio, desde
que o autor e a fonte
originais sejam creditados.
Las fronteras paraguayas en el contexto de las relaciones Paraguay-Brasil (1960-2018)
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
2-23
reconfiguração das fronteiras socioculturais e políticas paraguaias, e sua implicância no
campo das relações bilaterais entre ambos os países. Partindo prioritariamente de uma
bibliografia produzida no Paraguai, se busca estabelecer uma interpretação dos últimos 60
anos na transformação da região leste do Paraguai em função a forte presença de fluxos
migratórios brasileiros — pessoas e capital.
Palavras chave: Relações Paraguai-Brasil; Fronteiras; Migrações.
Abstract
The article describes three occupation waves on east Paraguayan territories during 1960-
2018, the relationship with the reconfiguration of social and political Paraguayan frontiers,
and its presence on Paraguay-Brazil bilateral relations. From a Paraguayan bibliography,
the article tries to stablish an interpretation of the last 60 years in the transformation of
the east Paraguayan region because of the strong presence of Brazilian migration — people
and capital.
Key Words: Paraguay-Brazil relationship; Frontiers; Migrations.
Introducción general
Este artículo tiene por objetivo discutir, de manera breve y sucinta, la
presencia y ocupación del territorio del Este paraguayo
3
por parte: i) de brasileños
y brasileñas en el período comprendido entre los años 1960-2018. Esta ocupación
comprende básicamente una gran extensión de tierras y bosques intactos, no
trabajados hasta ese momento y, ii) del capital de origen brasileño, que implica
la introducción de industrias y servicios asociadas al régimen de Maquilas
que, al mismo tiempo, conlleva la presencia de hombres y mujeres de Brasil
en este territorio. A partir de ello, se busca apuntar algunas pistas que hacen
a las relaciones Paraguay-Brasil en el contexto de la ocupación de migrantes y
capital brasileño en territorios paraguayos. Estas consideraciones abarcan desde
inicios de la denominada “marcha al este” emprendida como política oficial de
la dictadura stronista (1954-1989) a fines del la década de los ’50 e inicios de
los años ’60 del siglo XX (Orué Pozzo, 2020), hasta fines del Gobierno Cartes
(2013-2018) quien desarrolla una agresiva campaña de captación de inversiones
3 Denominamos, para este trabajo, como el “Este paraguayo” a parte del departamento de Canindeyú y la
totalidad del departamento de Alto Paraná, en Paraguay, frontera con Brasil. Ver Fig. 1.
Aníbal Orué Pozzo
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
3-23
extranjeras — principalmente capital brasileño — como parte del fortalecimiento
de propuestas neoliberales luego del golpe parlamentario contra el presidente
Fernando Lugo (2008-2012). Partiendo de los procesos de transformación del
campo en el sur de Brasil, principalmente el estado de Paraná — colindante
al Departamento de Alto Paraná y Canindeyú en Paraguay —, el trabajo busca
identificar las causas de la expulsión de pequeños propietarios en el estado
brasileño y su migración al este paraguayo que se inicia tímidamente a partir
de los años ‘60 y se intensifica desde 1970.
Para tal efecto se asume la existencia de tres ondas de migración de brasileños,
autodenominados de brasiguayos, a lo largo del período en consideración;
también incluye la presencia de flujos de capital de este país. Una primera
onda, constituida por pequeños propietarios que, expulsados o expropiados
de sus fincas al sur de Brasil, consiguen migrar al este paraguayo comprando
tierras — tres a cuatro veces mayor en extensión de aquellas que acababan de
vender —, estimulados por una campaña de publicidad de la propia dictadura
stronista. A estos propietarios se suma un contingente de trabajadores rurales sin
tierra, denominados de boias-frias en Brasil, que llegan para realizar las distintas
tareas asociadas a la tala de bosques y preparación de los suelos inexplorados
en Paraguay, para la introducción de una agricultura mecanizada. Esta primera
onda se inicia a principios de la década del ‘60 del siglo XX, estimulada al mismo
tiempo por la “marcha al este” que la dictadura stronista iniciaba pocos años
antes; la ocupación del territorio del este paraguayo se intensifica a partir los años
’70, cuando se da una presencia “masiva” de nuevos colonos brasileños. Si bien
es posible diferenciar internamente estos dos momentos, consideré pertinente
pensarlos como uno solo, pertenecientes a esta primera onda. Para inicios de
los años ‘90 del siglo XX, este modelo de ocupación del territorio paraguayo
ya estaba agotado; a partir de entonces, una parte de los brasileños presentes
en el este paraguayo inicia el camino de regreso, y la agricultura pasa a asumir
características intensivas. Esta situación — el agotamiento del modelo de uso
extensivo y la introducción de formas intensivas de uso del suelo — introduce
una agresividad y violencia de las transformaciones en el manejo de propiedad
de la tierra en el este paraguayo. Este primer momento de ocupación, también
incluye la construcción de la hidroeléctrica de Itaipu que, desde 1974 moviliza
a más de 40 mil trabajadores en ambas márgenes y de distintos lugares — en el
caso paraguayo, incluye también repatriados de Argentina.
Las fronteras paraguayas en el contexto de las relaciones Paraguay-Brasil (1960-2018)
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
4-23
Una segunda onda — la primera, como fue apuntada más arriba, se agota
a partir de los años ‘90 con un retorno casi masivo a Brasil de los migrantes
iniciales, principalmente aquellos “sin tierras” — constituida básicamente por
grandes y medianos inversionistas asociados al agro-negocio que, en función
a la densidad de ocupación del territorio, se ven obligados a practicar diversas
acciones violentas — desalojos, ocupaciones ilegales de tierras indígenas, asimismo
expulsión de pequeños propietarios dedicados a la agricultura familiar — en
colonias de campesinos paraguayos ya existentes; todo esto con el apoyo del
estado (Poder Judicial y aparatos policiales paraguayos). Esta segunda onda
tiene como característica la acción intensiva del agronegocio — maquinarias y
agrotóxicos — y se explicita en la necesidad de extensión e incorporación de
territorios que van más allá de una primera franja del este paraguayo, inicialmente
ocupada, dado el agotamiento del modelo anterior.
Una tercera onda, que se inicia en los primeros años del siglo XXI y se
acelera a partir de la llegada de Horacio Cartes al gobierno paraguayo, en 2013.
Esta tercera onda, constituida por capitales inyectados a maquilas en el este
del país4 — departamento de Alto Paraná, principalmente —, fue incentivada
por tres aspectos que, oficialmente el gobierno paraguayo lo estimuló: i) bajos
impuestos, ii) precio bajo de la energía y, iii) una fuerza de trabajo que, si bien
no estaba preparada técnicamente, tenía un costo sumamente bajo y también
un escaso nivel de sindicalización; al mismo tiempo, estaba controlada por el
partido político por el cual Cartes accede al poder, el Partido Colorado.
Por otro lado, algunas industrias brasileñas que en las últimas décadas
migraron hacia otros países, China inclusive, pasan a trasladar su parque industrial
a esta región de frontera estimuladas por los puntos citados y también por la
proximidad a los grandes centros de consumos brasileños (Mendonca 2015, Bem
Paraná 2019).
4 Ley de Maquila No. 1064/1997 en Paraguay y reglamentada recién en el año 2000.
Aníbal Orué Pozzo
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
5-23
Figura 1: El este paraguayo
Fonte: Souchaud, 2007.
Estas tres ondas de ocupación, si bien aparentemente se centran solo en
el este paraguayo, reconfiguran cultural y socialmente las fronteras Paraguay-
Brasil. En consecuencia, dichos espacios se constituyen en territorios híbridos
en disputa, en los cuales inicialmente predominaba una cultura fuertemente
asociada a Brasil; hoy la misma está más mundializada, siendo que el acceso a
productos de consumo está diversificado debido a las transformaciones tecnológicas
que la producción asociada al agronegocio implica. El consumo paraguayo en
términos de industria cultural, también se diversificó debido al acceso online a
producciones de fuera de la región.
Las fronteras paraguayas en el contexto de las relaciones Paraguay-Brasil (1960-2018)
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
6-23
A partir de estas constataciones, se intentará discutir brevemente las
transformaciones en curso, asimismo aquellas que colocan la revisión del Anexo
C del tratado de Itaipu, en el 2023, en un contexto mayor de reconfiguración de
las relaciones Paraguay-Brasil, y de sus fronteras.
Énfasis Metodológico
Es importante destacar dos ejes de trabajo en la redacción del presente material.
El primero, está basado fuertemente en autores cuyos trabajos fueron publicados
en Paraguay, entre los años 1970 y 1980. A lo largo de los últimos años, y a pesar
de la importancia del empleo de una variedad de fuentes y autores internacionales,
las publicaciones terminan incorporando aquellos trabajos publicados en Brasil
que, si bien constituyen excelentes investigaciones y análisis de los procesos de
frontera entre ambos países, enfatizan la producción de un lado de la misma. Se
ha buscado dar visibilidad al otro, sin que esto implique un criterio de verdad,
simplemente introducir fuentes y autores que, desde una de las perspectivas de
estudio, se considera que están poco divulgadas. Esto constituye una opción, sin
que desmerite otras. Al mismo tiempo, la investigación ha privilegiado trabajos
que, desde Paraguay, estudiaron la ocupación del este del país, en los tiempos
en que éstas estaban en andamiento. Muchos de éstos llevan la impronta de ser
todavía como una “investigación en proceso”, a pesar del tiempo que los separa
de su publicación inicial. Es el caso de trabajos como los de Fogel (1979, 1989),
Alegre (1977), Galeano (1989) y Carrón (1974), entre otros.
Un segundo eje a destacar es la propuesta que se ha centrado en fuentes
secundarias, en trabajos de investigadores que han publicado sobre el tema en
ciernes; cuando fue necesario recurrir a datos primarios, éstos han sido asociados
a los Censos de los años 1962, 1972, 1982 y 1992, realizados por la entonces
Dirección General de Encuestas Estadísticas y Censos (DGEEC), hoy Instituto
Nacional de Estadística (INE) de Paraguay.
Finalmente, como el interés inicial no constituyen las transformaciones en
el sur de Brasil — estas apuntan una tendencia a considerar para la ocupación
del este del territorio paraguayo —, se ha recurrido básicamente al ya clásico
trabajo de IPARDES que da cuenta de las transformaciones en el Estado de Paraná
entre los años ’70 y ’80 del siglo XX, asimismo al de Padis, sin necesariamente
profundizarlas.
Aníbal Orué Pozzo
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
7-23
Los procesos al sur de Brasil y ocupación del este paraguayo
Según estudios de IPARDES (1982), la ocupación del territorio de Paraná,
Brasil, entre 1940-1970, no trae en sí las herencias del período colonial, es
decir, del latifundio y la esclavitud, como sí se ha dado en otras regiones del
país. Sin embargo, y a pesar de esta observación, la colonización y ocupación
de estos territorios se centró en espacios pertenecientes a distintos grupos
indígenas, quienes simplemente fueron expulsados de sus territorios, lo cual
repite esquemas coloniales; la justificativa para esta ocupación violenta, es la
existencia de “vazios sociais”. Este trabajo destaca que los flujos migratorios para
el estado de Paraná provenían principalmente de Santa Catarina y Río Grande
del Sur. La ocupación del sur y sudeste de Paraná da lugar a la instalación de
pequeños propietarios para, finalmente, el proceso de concentración de la tierra
eliminar sucesivamente estas pequeñas propiedades. Entre los años 1940 y 1965
el estado de Paraná recibió importantes flujos migratorios, “cerca de 2.744.000
migrantes” (IPARDES, 1982: 9). Esta situación se invierte en los años ‘70. Es
decir, los pequeños propietarios que van perdiendo sus tierras se ven obligados
a migrar: unos se dirigen a estados más al norte de Brasil, otros migran al este
paraguayo. En el período comprendido entre los años 1950-1960, “el crecimiento
relativo de la población paranaense fue de 102,21% — una vez más, el mayor
de todo el país — mientras que el de la población brasileña no era superior al
36,6%”5 (Padis, 1971: 35). Esta migración no proviene solamente de los estados
citados más arriba; en São Paulo por esos años, existía una clase media rural
ascendente de pequeños propietarios que no tenían condiciones de expandirse
en la estructura agraria y acaban migrando hacia otros estados, incluyendo el
norte de Paraná (IPARDES, 1982).6
Desde finales de los años ’60 e inicios de los ‘70 del siglo pasado, se observa
una profunda transformación del campo en el estado de Paraná, en función
al acelerado proceso de modernización. Por modernización IPARDES (1982)
entiende el empleo creciente en la producción agropecuaria de: i) maquinarias,
equipamientos — especialmente tractores y cosechadoras — e, ii) insumos
industriales, principalmente defensivos agrícolas o agrotóxicos. Esta modernización
puede ser considerado como una verdadera “industrialização da agricultura”
5 O crescimento relativo na população paranaense foi de 102,21% — ainda uma vez, o maior de todo o país —
enquanto o da população brasileira não ia além dos 36,6%. (Padis, 1971:35)
6 Un ejemplo de este proceso está en la película “Jeca Tatu”, 1959, del director y actor Amácio Mazzaropi.
Las fronteras paraguayas en el contexto de las relaciones Paraguay-Brasil (1960-2018)
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
8-23
en el estado de Paraná (IPARDES, 1982: 26). Y es justamente esto “vai ser a
grande responsável pelo baixo incremento da população paranaense na década,
já que visando aumentar a produtividade do trabalho, a mecanização implicará
em substituição de homens por máquinas”7 (IPARDES, 1982: 25). El vector
principal de estos cambios lo constituye la soja, pero no exclusivamente; también
maíz, trigo, arroz y caña de azúcar. El estudio de IPARDES apunta que no es
la introducción del cultivo de la soja lo que explica la modernización, sino al
revés, son las “tendencias modernizantes de la agricultura paranaense”8 lo que
explican esta tecnificación. La concentración de la propiedad de más de 50 ha. es
orientada por el cultivo de la soja. El estudio también observa que, “en Paraná,
a partir del inicio de los años 70, este proceso se acelera, potencializado por el
crédito agrícola y por la modernización”9 (IPARDES, 1982:10).
En los años ‘60 se instalan en el estado de Paraná “285.000 nuevos productores,
principalmente en condición de propietarios”
10
(IPARDES, 1982: 30); en los ‘70,
ocurre una rápida inversión de este proceso reduciéndose drásticamente el número
de propietarios rurales, pues el proceso de ocupación de territorios ya estaba
agotado no existiendo tierras por ser ocupadas. (IPARDES 1982). Dificultades de
acceso al crédito rural también contribuyen al aumento de la concentración de
la tierra, según el estudio. Como consecuencia, la industrialización del campo
paranaense, su modernización, implicó la creciente expulsión de la población de
esos territorios; esto trae como consecuencia una concentración de la propiedad,
con un descenso sumamente acelerado de la tasa de la población a partir de los
años ’70, como se apuntó más arriba.
En un corto período de cinco años, 1970-1975, del total citado más atrás de
pequeñas propiedades — hasta 20 ha —, éstas se reducen a 76.000 unidades.
El estudio habla de expulsión y migración de la población del estado de Paraná
a otros estados de Brasil, y una pequeña parte a las industrias; sin embargo, no
habla de la intensa migración que se da por esos años hacia el este paraguayo.
Cuando en los años ‘70 se da un ingreso masivo de brasileños en el este
paraguayo para el cultivo de la soja principalmente, ya estaba al alcance de este
7 “vai ser a grande responsável pelo baixo incremento da população paranaense na década, já que visando
aumentar a produtividade do trabalho, a mecanização implicará em substituição de homens por máquinas”
(IPARDES, 1982:25).
8 Tendencias modernizantes da agricultura paranaense (IPARDES, 1982:10).
9 No Paraná, a partir do início dos anos 70, este processo acelera-se, potenciado pelo crédito agrícola e pela
modernização (IPARDES, 1982: 10).
10 285.000 novos produtores, principalmente na condição de proprietários (IPARDES, 1982:30).
Aníbal Orué Pozzo
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
9-23
productor un verdadero paquete tecnológico asociado a grandes multinacionales
del grano: semillas, maquinarias y “defensivos agrícolas”. Esto hace, sin duda
alguna, que este nuevo tipo de cultivo se expanda en el país. Así, es posible
señalar que los brasileños que ocuparon el este paraguayo desde los años ’70,
también trajeron en sus mochilas el paquete industrial del agronegocio.
Por otro lado, cuando entre los años 1940-1960, se producían grandes
transformaciones al sur de Brasil apuntados por el estudio de IPARDES, el este
paraguayo recién comenzaba a ser ocupado. Los primeros años del stronismo
(1956-1958), y su estrecho relacionamiento con Brasil (Kubitschek), movilizan
una cantidad importante de recursos para infraestructura del este paraguayo,
preparando la “marcha” en años inmediatos (Orué Pozzo, 2020).
Finalmente, podemos apuntar que las variadas experiencias en la región
sur brasileña asociadas a la modernización de la agricultura, su mecanización
e industrialización, implicaba también una modernización de la economía a
nivel nacional. En Paraguay, el ingreso masivo de migrantes brasileños y la
industrialización de la producción en el campo del este del país entre los años
1960-1990, no implicó el “derrame” de esta modernización a otras regiones;
el fenómeno se concentró en el este paraguayo. Recién con la expansión de
territorios asociados al agronegocio que se da en los primeros años del siglo
XXI, que incluye también una diversificación de capitales, es que la presencia
extensiva e intrusiva de los procesos industriales en el campo se intensifican y
se expanden a otras regiones (Palau 2020, Palau 2021).
Las ondas de ocupación en Paraguay
Al inicio del presente artículo, apuntaba la presencia, entre los años 1960-
2018, de tres ondas de ocupación contemporánea del territorio este de Paraguay
por parte de brasileños
11
. En términos cuantitativos, si bien existen datos oficiales
a partir del Censo de Población y Viviendas de Paraguay, estas cifras inicialmente
parecerían distante de la realidad. Por ejemplo, para Heikel & Rojas (1993)
en 1972 se totalizaban 34.276 inmigrantes brasileños en el país, aunque no
exclusivamente en el este. Según el Censo de 1982, existen 108.528 migrantes de
11 Esta caracterización que expresa los últimos 60 años, excluye la presencia de tropas de ocupación brasileña
post guerra de la Triple Alianza (1864-1870), que se retiran en junio de 1876; y, mucho antes, durante el
período colonial, los bandeirantes paulistas.
Las fronteras paraguayas en el contexto de las relaciones Paraguay-Brasil (1960-2018)
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
10-23
Brasil; aquí no se especifica la región en la cual están asentados12. Estimaciones
oficiales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, dan cuenta que esta
población oscilaba entre 350.000 y 500.000 en esta región del país (Riquelme,
2005)13. Desde esta perspectiva, en una primera onda,
...la migración brasileña constituye una minoría heterogénea,
cuantitativamente numerosa y con fuerte peso económico, que en la mayoría
de los casos ingresa al país sin documentos para dedicarse fundamentalmente
a actividades agrícolas, y, en menor escala, a labores pecuarias y comerciales.
(Riquelme 2005: 131)
Por otro lado, y estudiando la población de frontera durante estos años, Palau
(1994), avanza en el estudio de la configuración de una sociedad fronteriza (Brasil,
Argentina y Paraguay) en esta región, constituida por trabajadores y consumidores
binacionales, asimismo estudiantes binacionales
14
; esta caracterización de alguna
manera se expresa en el flujo inter e intrafronterizo Paraguay-Brasil en la región.
Sin entrar a profundizar algunos puntos, voy a tratar, rápidamente de señalar
ciertas marcas de esta realidad, sustentada en la bibliografía producida sobre el
tema15 en Paraguay. De esta manera, creo que se podrá tener una comprensión
12 El censo se realiza en Paraguay cada diez años. El de 2012 debía aportar datos nuevos; debido a problemas
técnicos, fue desconsiderado. Recién en noviembre de 2022 fue realizado un nuevo censo. Han pasado casi
20 años del último.
13 Según datos del Censo, en los años 1972, 1982 y 1992 el Departamento de Alto Paraná — frontera con Brasil
— contaba con 81.100, 168.104 y 190.906 habitantes, de los cuales el 42,9%, 58,3% y 56,8% de la población
eran brasileños. Así, observamos que en 1982 la población brasileña ya se constituye en mayoría en esta
región; este crecimiento se da entre 1972-1982. Una aproximación a partir de los datos del Censo de 1962 y
1972 de presencia de población brasileña, estimada por el autor, es de aproximadamente 6% sobre el total
de la población del departamento de Alto Paraná; muy inferior a lo que ocurriría años más tarde. El gran
salto es en los años ’70, para luego ir disminuyendo. Sin embargo, es posible observar esta diferencia en
relación a los números que Riquelme (2005) cita, refiriéndose a datos oficiales del Ministerio de Relaciones
Exteriores de Brasil. En el mejor de los casos, según Censo de 1992, la población total de brasileños era de
108.526 en el mismo departamento, muy por debajo de los datos citados por Riquelme. Para profundizar estas
aparentes “sub-representaciónes” o “sobre-representaciones” de brasileños en Paraguay, sería interesante
acompañar las tablas técnicas del Censo, asimismo los manuales de encuestadores de manera a visualizar
ciertos sesgos, o no, en todo el proceso de levantamiento de datos; también acompañar, en el mismo sentido,
el levantamiento por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil que Riquelme cita como fuente.
Ver: INE, 2022.
14 La afirmación de Palau, se adelanta en casi 25 años al gran flujo de brasileños que hoy estudian Medicina
en ciudades de frontera como Pedro Juan Caballero y Ciudad del Este. Según datos extra oficiales, más de 40
mil jóvenes provenientes de Brasil, cursan medicina en universidades de frontera con Paraguay.
15 Ver la bibliografía producida sobre el eje de las relaciones Paraguay-Brasil, en el artículo a ser publicado en
la Revista NOVAPOLIS 2022: A. Orué Pozzo & S. Valdez, Relaciones Paraguay-Brasil: Apuntes de un campo
interdisciplinario desde Paraguay.
Aníbal Orué Pozzo
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
11-23
más amplia y desde “otra perspectiva” del proceso, asimismo de sus críticas por
parte de investigadores/as de este país.
Primera onda de migrantes brasileños en Paraguay:
brasiguayos-brasiguaios. Algunas particularidades a considerar
En términos de colonización del este, Fogel (1979) señala que entre los
años 1963-1976, se constituyen prácticamente más de la mitad de los lotes
de colonias agrícolas en el país con ocupación de los mismos por agricultores
paraguayos. Esto, fundamentalmente, debido a la expansión creciente del aparato
estatal paraguayo, impulsada por la dictadura stronista. Destaca asimismo este
investigador que, en el mismo período, se intensifica la colonización privada
en los Departamentos de Alto Paraná y Canindeyú — ambos frontera con Brasil
Fig. 1 — con contingentes que provienen “del sur del Estado de Paraná (Brasil)”
(Fogel, 1979).
Es importante destacar que este “giro al Este” se constituye en política de
estado desde 1956 aproximadamente, cuando la dictadura stronista comienza
a tensionar con el gobierno militar argentino en función al asilo que Stroessner
confiera al ex presidente de ese país, Juan D. Perón. (Orué Pozzo 2020). Este
desplazamiento de la política internacional de la dictadura, también implicó
el despliegue de una acción de colonización en el este del país, frontera con
Brasil, acompañando este nuevo flujo político. Sin embargo, el “giro” — por
lo menos en términos de intenciones — por parte de la política paraguaya, se
inicia mucho antes de 1956 (Orué Pozzo, 2015). A fines de la década del ’30,
el entonces embajador paraguayo en Estados Unidos, José Félix Estigarribia
— comandante del Ejército paraguayo durante la contienda del Chaco (1932-
1935), y posteriormente presidente de Paraguay (1939-1940) — consigue un
préstamo en ese país para iniciar la construcción de una carretera que una el
tramo Cnel. Oviedo — Pte. Franco16, es decir, abrir el camino al este y que el
mismo entronque con la que une Foz de Iguazú a Paranagua, en Brasil. Por
otro lado, en 1950, el Gral. César Gagliardone — quien posteriormente termina
sumándose al Bloque Militar que reconstituye Stroessner post guerra civil de
1947 (Orué Pozzo, 2021) — publica un libro, Organicemos una Nación, al cual
dedica todo un capítulo, bajo el título: Marcha hacia el Este. En la introducción
16 Ciudad del Este no existía aun, y la pequeña ciudad de Presidente Franco, colindante hoy con la primera, fue
fundada en 1929; constituía entonces la ciudad más al este del país, frontera con Brasil.
Las fronteras paraguayas en el contexto de las relaciones Paraguay-Brasil (1960-2018)
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
12-23
de este capítulo, señala, “Y esta ‘marcha al este’ debe iniciarse en seguida,
con caminos, inmigrantes, con todo el esfuerzo de que es capaz de realizar un
Estado moderno y dinámico que anhela, antes que nada, la grandeza nacional”
(Gagliardone, 1950: 47); se adelanta a la política stronista, en por lo menos seis
años. Stroessner, posteriormente, lo nombra como uno de los miembros del
grupo impulsor de este proyecto “nacional” de la marcha al este, aunque acaba
siendo opacado por el entonces ministro del Interior, Edgar L. Ynsfrán, uno de
los portavoces del sector stronista al interior del Partido Colorado — partido que
Stroessner coopta para su proyecto político militar en 1954 — cuya característica
es más bien una estrategia represiva que geopolítica.
En relación con esta primera onda, Riquelme (2005) presenta algunos factores
socioeconómicos y culturales de la migración brasileña como la de una comunidad
sumamente heterogénea. Destaca igualmente que, según el Censo de 2002, en
algunos distritos de frontera esta población brasileña constituye hasta el 70 por
ciento de la población. Al mismo tiempo, y refiriéndose al primer conjunto de
migrantes, señala que existen “al menos dos grupos claramente diferenciados”
en esta población. Un primer grupo constituido por campesinos pobres, y un
segundo grupo de “pequeños, medianos agricultores y empresarios agrícolas”
(Riquelme, 2005:129)17.
La ocupación del este paraguayo entre los años 1960-1990, se da a partir del
proceso señalado más arriba, que corresponde a la modernización y expulsión de
pequeños propietarios brasileños de sus posesiones, principalmente en el estado
de Paraná, contiguo a la frontera este paraguaya; pero, también la ocupación de
este territorio se da con campesinos paraguayos a fines de los años ’50, con el
inicio de la “marcha al este” emprendida por la dictadura stronista (Orué Pozzo
2020). Este “giro” posee, entonces, dos énfasis: i) el primero es en el campo
diplomático buscando un apoyo de Brasil, pero también un tenue distanciamiento
del gobierno militar argentino que derroca a Juan Domingo Perón, que lo estaba
presionando, ii) una ocupación física del territorio al este paraguayo, frontera
con Brasil.
Esta ocupación implicó una institucionalización del propio estado paraguayo,
con la formación de dos entidades fundamentales para enfrentar toda esta
ocupación territorial: la creación del Instituto de Bienestar Rural y el Estatuto
17 Riquelme identifica dos grupos; mi caracterización es más extendida en términos de ondas, es decir, de
características sociales y económicas en el tiempo, de los grupos que ocupan el territorio este del país; aunque
incluye la caracterización de Riquelme.
Aníbal Orué Pozzo
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
13-23
Agrario, ambos de 1963 (Pastore, 1972). En función al Estatuto Agrario, los lotes
otorgados a colonos paraguayos deberían tener entre 20 a 100 ha. Sin embargo,
también se dan ocupaciones de hasta 500 ha., que posteriormente serán vendidas
extensivamente a grandes propietarios de Brasil, presionados por el contexto en
el cual se sitúan de poca o nula asistencia del Estado paraguayo, o directamente
como mercancía de especulación en los círculos próximos al poder en Paraguay.
Propietarios brasileños introducen, por su vez, la presencia de trabajadores
brazales en el este paraguayo, denominados boias-frias, de manera que los
mismos contribuyan en la preparación del suelo para el cultivo (Riquelme 2005).
Estos migrantes sin tierra fueron ocupados en la tala indiscriminada de bosques
nativos, abriendo de esta manera la posibilidad de ingreso de la agricultura
mecanizada. Una literatura producida en Paraguay da cuenta de estos procesos
y describe de manera aguda esta penetración y ocupación indiscriminada de
tierras por brasileños, violando toda legislación existente en el país. El sociólogo
paraguayo Tomás Palau, en relación con esta primera onda de ocupación, señala
lo siguiente,
La primera oleada significativa (y devastadora) de la agricultura capitalista,
ella ya sí de la mano de empresas multinacionales vinculadas a la
agroexportación, se da con el ingreso de brasileños por expansión de la
frontera de la soja en los Estados del sur de Brasil hacia fines de los 1960 y
durante toda la década de los 1970…Los resultados en los Departamentos
de Alto Paraná, norte de Itapúa y la mitad oriental del de Canindeyú
producen resultados ecológicos desastrosos. Colonias antiguas — pobladas
por campesinos paraguayos y creadas por el Instituto de Reforma Agraria
en décadas anteriores — y nuevas, como la de Minga Guazú, son ocupadas
por brasileños y se expulsa a campesinos paraguayos, quienes se limitan a
ocupar precariamente la tierra hasta haberla desmontado de modo a que
sean aptas para las labores mecanizadas” (Palau, 2008:18).
Esta primera onda de ocupación termina siendo, en función a lo voraz
y violento de la invasión, no solamente una ocupación masiva de colonos
brasileños, también implicó la expulsión de campesinos paraguayos de colonias
creadas oficialmente por la institución oficial que cuidaba, hasta ese momento,
la distribución de tierras, el Instituto de Bienestar Rural.
Algunos de estos procesos están contenidos en los trabajos de Alegre (1977),
Carrón & Da Silva (2006), Fogel (1979), Laino (1977), Palau & Heikel (1987),
Zarza (1989), Palau (1994, 2004), Galeano (2011, 1986) entre otros investigadores,
Las fronteras paraguayas en el contexto de las relaciones Paraguay-Brasil (1960-2018)
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
14-23
que dan cuenta de los desplazamientos, con algunas consecuencias en términos
de ocupación y muchas veces expulsión de la población originaria. Al mismo
tiempo, la recién fundada (1957) Ciudad del Este — entonces Puerto Presidente
Stroessner — se afianza como una ciudad del “comercio de frontera” o de
“turismo de frontera” estimulada por la presencia de mercaderías de todo tipo,
orientadas al mercado brasileño, principalmente.
Segunda onda de migrantes brasileños en Paraguay. Algunas
particularidades a considerar
Para fines de los años ’80, la ocupación de tierras en el este paraguayo se
ve agotada; la primera onda se extingue. Luego, es necesario expandir las áreas
destinadas al agronegocio e intensificar el uso del suelo en aquellas ya ocupadas.
Ello implicó inversiones masivas en el proceso productivo, una modernización que
produce aumento en el uso de maquinarias, fertilizantes agrícolas o agrotóxicos.
Y, como consecuencia, la expulsión nuevamente de pequeños propietarios y
ocupantes de tierras fiscales en el este paraguayo o colonias de campesinos ya
asentadas, asimismo de población de pueblos originarios. Esta segunda onda de
ocupación del territorio del este implicó, desde un inicio, la presencia de un amplio
proceso de modernización de la agricultura
18
, expulsando a campesinos nativos
de estos espacios, inclusive a una parte de aquellos migrantes provenientes de
Brasil en la primera onda. Así, desde 1990 en adelante, un gran contingente de
desplazados comienza a regresar a Brasil, asentándose en los estados de Paraná y
Mato Grosso do Sul. De esta dinámica del “regreso” surge la auto-denominación de
“brasiguayos” para identificar aquellos grupos que estaban volviendo a Brasil, ante
el agotamiento de un modelo productivo y de ocupación de tierras en Paraguay.
Esta segunda onda, que se sobrepone en momentos con la primera, se
inicia más claramente a fines de los ’80, comienzos de los ’90, en el contexto
también de la finalización de la construcción de Itaipu, que congregaba en su
pico máximo más de 40.000 trabajadores en ambas márgenes. Esta nueva etapa,
se caracteriza principalmente por la presencia intensiva del capital brasileño
aplicado a la industrialización del campo en el este paraguayo. Poco a poco,
18 Esto no implica que durante la primera onda no se haya dado también un proceso de modernización en las
áreas ocupadas. Sin embargo, como todavía existían territorios a ser ocupados, la presión por una mecanización
era menor. Por otro lado, estas áreas no estaban despobladas, estaban ocupados por una población campesina
paraguaya y también pueblos originarios.
Aníbal Orué Pozzo
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
15-23
ante el agotamiento de la tierra en el este, y la finalización de la construcción de
Itaipu, el proceso avanza hacia el oeste paraguayo, ocupando tierras más allá de
la primera franja de frontera que ya no contiene al modelo; inclusive se ocupan
territorios en el occidente paraguayo, región conocida como el Chaco (Palau
2020). Esta ocupación se da, al mismo tiempo, y en parte también se sobrepone,
con la denominada tercera onda de ocupación. La nueva configuración de la
ocupación del suelo paraguayo, debido al agotamiento del suelo y la necesidad
de expandirse a nuevas tierras, produce serios enfrentamientos de brasileños con
ocupantes paraguayos y pueblos originarios, “la frontera de la soja se expande
sobre tierras campesinas, sobre campos ganaderos reconvertidos, y sobre lo que
resta de monte” (Palau, 2008: 19)
El capital brasileño avanza ocupando indiscriminadamente nuevos territorios,
en connivencia con diversas agencias del estado paraguayo como el Poder
Judicial e, inclusive, en complicidad con la institución de cuida de la tierra en
el país, el INDERT19; la burocracia estatal paraguaya se encarga de “legalizar”
estas ocupaciones de brasileños.
Un trabajo publicado en 2009 por el investigador Marcos Glauser Ortiz, da
cuenta que el 19 por ciento del territorio paraguayo está bajo control directo o
indirecto de empresas o ciudadanos extranjeros, “de esa quinta parte, casi dos tercios
de los propietarios son brasileños” (Glauser, 2009: 8). Un informe más actualizado
(noviembre 2017) publicado por Base Investigaciones Sociales, señala que más
del más del 14 por ciento de los títulos de propiedad agrícolas está en manos de
propietarios de nacionalidad brasileña. En un listado de los cien mayores dueños
de tierras en Paraguay, figuran 16 empresas y latifundistas de capital brasileño,
siendo que estas alcanzan cerca de 500 mil Ha., en su totalidad destinadas al
agronegocio; igualmente la mitad de las tierras de los departamentos de Alto Paraná
y Canindeyú (ambos frontera con Brasil), se encuentra en manos de propietarios
brasileños (BASE IS, 2017). Como es posible imaginar, esta segunda onda de
ocupación del territorio del este paraguayo ha sido no solamente intensa, también
provocó brotes de violencia y desalojos en favor de la ocupación de brasileños.
Según Glauser Ortiz, la extranjerización del territorio paraguayo implica una
“perdida de derechos por parte de campesinos y pueblos indígenas, a la vez que
constituye un serio debilitamiento de la soberanía del Estado (Glauser, 2009: 11).
19 INDERT, Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra, creado en el año 2004 sustituye al Instituto
de Bienestar Rural, del año 1963. De este mismo año, 1963, es el Estatuto Agrario que, en el año 2002, es
sustituido por otro nuevo Estatuto Agrario.
Las fronteras paraguayas en el contexto de las relaciones Paraguay-Brasil (1960-2018)
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
16-23
Tercera onda de migrantes brasileños en Paraguay. Peculiaridades
Paralelamente a la segunda onda y en algun momento sobreponiéndose,
se inicia proceso que denominamos de tercera onda, muy diferenciada de la
anterior: el destino no son las tierras del este y más allá — este proceso continúa
y se acentúa. Esta tercera onda se caracteriza por intereses asociados al capital
industrial, incentivados por una ley de maquilas, que se intensifica durante el
Gobierno Cartes (2013-2018). Es la migración de capital a la industria de maquila,
con la constitución de fábricas diversas, cuyos productos están destinados al
mercado brasileño. Estas industrias se instalan, preferencialmente, en la región
de frontera con Brasil, en el Departamento de Alto Paraná. Una estudiosa de estos
procesos en Paraguay, desde Brasil, Baumgratz (2020), se pregunta si el mismo no
configuraría una relación subimperialista por parte de Brasil. Al mismo tiempo,
Vuyk (2013) apunta a la expansión de los capitales y el monopolio brasileño
como uno de los principales ejes de la expansión subimperialista brasileña.
Una de las primeras discusiones sobre el carácter subimperialista de Brasil,
lo desarrolla Domingo Laino (1977) cuando entonces analizaba la presencia y
penetración brasileña en el este paraguayo, en el contexto del Tratado de Itaipu,
y la construcción de la hidroeléctrica20.
Hasta el 2018 por lo menos, gran parte de la inversión en empresas
maquiladoras en Paraguay, provenían de Brasil. En el 2017, de las empresas
maquiladoras instaladas en el país, “69% têm origem brasileira, 17% são
paraguaias, e 8%, argentinas. Significa, portanto, que os empresários brasileiros,
entre todos os da América do Sul, são os mais dispostos a investir no Paraguai”
(Segalla, 2018). Todo esto en función a un sistema tributario más simple, costos
laborales menores y “pouca burocracia e ambiente favorável para os negócios”
que levam “empreendedores brasileiros a investir no país vizinho” (Segalla, 2018).
Es en este contexto que se desarrolla también la publicidad oficial del Gobierno
Cartes (2013-2018) de bajos impuestos; mano de obra, es decir, costos laborales
mínimos, y energía barata: “usen y abusen de Paraguay” (Ultima Hora, 2014).
Sin embargo, en los últimos años se ha dado un proceso de desaceleración del
capital brasileño en el este paraguayo. Son varias cuestiones presentes para que
20 Para una ampliación del concepto de subimperialismo brasileño, ver: R. Mauro Marini. 1977. La acumulación
capitalista mundial y el subimperialismo. Cuadernos Políticos, ERA, 12: 21-39.
Aníbal Orué Pozzo
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
17-23
el “usen y abusen de Paraguay”
21
no sellara el resultado esperado por el Gobierno
Cartes. Una de ellas, es la existencia de aquello que podría ser considerada como
mercadería de “origen” en relación con la legislación de Maquilas y aquellas
del MERCOSUR. La pandemia y el cierre de fronteras entre marzo-octubre de
2020, fue el punto culminante en este proceso. Hoy, estas inversiones están
desaceleradas, aunque poco a poco se busca nuevamente estimular este flujo de
capital. Por otro lado, en el estado fronterizo de Mato Grosso do Sul y desde 2014,
existe el Programa Fomentar Fronteiras, que instituye una serie de incentivos a
las empresas brasileñas asentadas en la frontera con Paraguay. De esta manera,
el corredor histórico entre ambos países — la frontera entre el departamento
de Amambay, en Paraguay y el estado de Mato Grosso do Sul, en Brasil — está
siendo estimulado para el fomento de inversiones brasileñas, ante el fracaso
aparente de la instalación de maquilas en el este paraguayo; de todas maneras
forma parte de la tercera onda que corresponde a la inversión de capitales e
industrias de Brasil, aunque ya no en el este, sino una orientación al noreste
paraguayo, frontera con Mato Grosso do Sul.
Relaciones Paraguay-Brasil, ondas de ocupación y la
reconfiguración de las fronteras
Estas tres grandes ondas de ocupación del territorio paraguayo han tenido
como resultado un aumento en el número de conflictos relacionados a la tierra
en el país. Entre ellas podemos citar las implicaciones sociales relacionadas
a la expulsión y desalojo de indígenas de sus territorios ancestrales (Jerovia,
2022), asimismo de familias campesinas paraguayas que ocupan estos espacios
transformados en colonias por la propia estructura paraguaya del INDERT,
como señalaba más atrás; en algunos casos, estos conflictos se expresan con un
grado de violencia nunca antes observado en la región. Es solo ojear periódicos
del Este, asimismo pasar unos días escuchando radio AM y FM en Ciudad
del Este, Hernandarias, Presidente Franco, Minga Guasu, Salto del Guaira,
21 Palabras con las cuales Horacio Cartes, entonces presidente, se refirió en una conferencia en la Federación de
Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), estimulando la inversión en Paraguay a poco tiempo de asumir
el gobierno.
Las fronteras paraguayas en el contexto de las relaciones Paraguay-Brasil (1960-2018)
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
18-23
La Paloma, Katuete y otras ciudades al Este paraguayo para comprobar las
tensiones existentes.
Los poco más de 1.365 km de frontera físicas y políticas entre Paraguay y
Brasil que los tratados internacionales fijan, deben ser repensadas pues ellas se
están modificando permanentemente; principalmente en el campo simbólico. Por
ejemplo, la existencia de una sociedad fronteriza como Palau (1994) lo describe,
nos debe llevar a reflexionar la existencia de una frontera cultural, social y
simbólica, una frontera diversa que, en el entrecruce va conformando nuevas
experiencias y prácticas. De espacios de tensiones y conflictos, las mismas pueden
ser encaradas como espacios sociales de integración, asimismo de convivencia
de personas en el tránsito interfronteras. Estas experiencias de frontera están
presentes, por ejemplo, en la investigación de Orué Pozzo & Araujo Pereira
(2020), que asumen la existencia de una identidad fronteriza, con presencia de
brasileños y paraguayos en Consejos de instituciones culturales de ambos países,
entre otras experiencias comunes. Esta identidad fronteriza también tiene sus
limitaciones. En contacto con investigadores de la Universidad Nacional del Este,
varios de ellos comentaban que, 30 años atrás la presencia de la industria cultural
brasileña en el este paraguayo era significativa; hoy, esto disminuyó en función
a la posibilidad de acceder a producciones mundializadas, online. Esto aleja la
presencia de la industria cultural brasileña de estos territorios, aunque no las elimina.
Es importante destacar que las dos primeras ondas apuntadas más arriba22,
se dan bajo pleno control político y social sobre el territorio por ambos estados.
La dictadura de Stroessner (1954-1989), asimismo la dictadura en Brasil (1964-
1985), se encargaron de guiar y orientar estos procesos, en algunos momentos
más tensos — caso de la ocupación de Puerto Renato por tropas brasileñas en
1965 — y en otros sumamente fluidos (Cardozo 1965); en todo momento bajo
el estricto control de los respectivos aparatos represivos. En esos tiempos Brasil
se encontraba ya en pleno proceso de impulsar la “llamada Política Exterior
Independiente (PEI)”, que fue “pergeñada por los gobiernos Dutra, Quadros y
Goulart y perfeccionada durante la dictadura de Ernesto Geisel como Pragmatismo
Responsable (PR)” (Abente, 2017:11). Esto implicó que, de alguna manera que la
diplomacia brasileña retome en plena dictadura, algunos ejes propuestos durante
el Gobierno Kubitschek en relación a Paraguay; la continuidad de proyectos de
inversión en infraestructura era uno de ellos. En consecuencia, la tensión por la
22 Una parte de la segunda onda ya se presenta en momentos del giro democrático en ambos países.
Aníbal Orué Pozzo
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
19-23
ocupación de Puerto Renato fue rápidamente “superada” con la firma del Acta
de Foz de Iguazú en 1966.
La tercera onda, se “aleja” un poco de las anteriores pues ambos países
se encuentran en pleno proceso democrático y la disputa por el control de los
territorios pasa, en el caso del este paraguayo, casi exclusivamente a manos
del mercado, es decir, de los grandes propietarios apoyados por las distintas
instituciones del estado paraguayo: Poder Judicial, Policía, Fiscalía, etc. Todo esto
afecta también las formas de pensar las relaciones bilaterales y, principalmente,
las estrategias de cada país por enfrentarlas. Un ejemplo de estas nuevas formas
de resolver posibles conflictos es lo que pudo observarse durante la situación
creada a partir de la firma del Acta Bilateral entre ambos países en mayo de
2019, relacionado a la contratación de potencia en Itaipu para los próximos años.
Este documento, denominado en Paraguay como Acta Secreta — no fue dado
a publicidad y vino a tona recién un mes después cuando un alto funcionario
se negó a firmar — desató una tensión entre los dos países, y tuvieron que
retroceder anulando la misma. En este caso, el gobierno paraguayo del presidente
Abdo Benítez (2018-2023) se vio obligado a retroceder solicitando oficialmente a
Brasil su anulación, que fue aceptada, ante la posibilidad de un juicio político al
presidente paraguayo (Hoy, 2019). Este “retroceso” en el caso del Acta secreta,
contó con una activa participación de diversas organizaciones de la sociedad
civil paraguaya; las discusiones sobre política externa rebasaron los estrechos
marcos de la diplomacia oficial de este país y de sus instituciones. Para las
negociaciones bilaterales del Anexo C, del Tratado de Itaipu, que vence en el
2023, una negociación observando los equilibrios regionales, la horizontalidad de
perspectivas y la soberanía entre Brasil y Paraguay, es lo que se espera (Jerovia
2020). Así, las fronteras políticas, físicas y simbólicas entre ambos países deberán
pasar por una intensa discusión en los próximos meses. La renegociación del
Anexo C de Itaipu, llevaría al mismo tiempo a reconfigurar aspectos concretos de
esta relación bilateral como, por ejemplo, el comercio fronterizo entre ciudades
Ciudad del Este-Foz de Iguaçu, Salto del Guaira-Guaira, Pedro Juan Caballero-Ponta
Porã. Una negociación que no lleve a buen término y no responda a intereses
de ambos países — no de uno sólo como fue hasta ahora — podría, incluso,
afectar este flujo comercial y, también, traería complicaciones a la población de
brasileños en el este del país.
Para tener una perspectiva más amplia de cuál es el peso de lo apuntado, en
el encuentro Lugo-Dilma en junio de 2011, el tema de los “brasiguayos” y de las
Las fronteras paraguayas en el contexto de las relaciones Paraguay-Brasil (1960-2018)
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
20-23
tierras, estuvo en la agenda de discusión como parte de uno de los puntos que el
entonces Gobierno Lugo (2008-2012) debería resolver “legalizando as terras dos
brasiguaios”
23
(Agencia Brasil 2011). Oficialmente estas ondas descritas pasaron a
tener una presencia importante en las relaciones bilaterales Paraguay-Brasil. Así,
y colocada en una perspectiva más amplia, las negociaciones en torno al Anexo
C de Itaipu que deben llevarse a cabo en el 2023, afecta no sola y exclusivamente
al Tratado en sí; existen “intereses colaterales” en juego.
Conclusiones
Se ha intentado describir las características generales de aquello que he dado
en denominar de ondas de ocupación del este paraguayo entre los años 1960-
2018, que afectan sobremanera las relaciones bilaterales entre Paraguay y Brasil.
Cada onda analizada debe ser profundizada en cuanto a sus características y
alcances sociales, económicos y culturales para la región. Las relaciones Paraguay
— Brasil que emergen durante los primeros años del stronismo, orientaron los
casi 35 años de la dictadura (Orué Pozzo 2020). De todos modos, es necesario
estudiar los distintos aspectos que hacen a estas relaciones, de tal manera que el
proceso de integración iniciado en 1991, con el MERCOSUR, pueda trascender y
avanzar; necesitamos fortalecer la integración regional, no opacarla. Es importante
observar que, la tercera onda — a diferencia de la primera y la segunda onda-
se da ya en el contexto del MERCOSUR; y ahí surge el cuestionamiento de qué
constituye mercadería de origen; los productos de la maquila son afectados en
esa trama. Sin embargo, tampoco podemos olvidar el hecho que, de alguna
manera, las políticas externas de ambos países fueron orientadas por hechos y
situaciones concretas a lo largo de los últimos 60 años; éstas han cambiado y
se han transformado. El contexto para la firma del Tratado de Itaipu, en abril de
1973, en plena dictadura militar en ambos países, no existe más. La renegociación
del Anexo C de dicho documento, que debe darse hasta el 2023, sorprende a
ambos países en pleno proceso de efervescencia política al interior, asimismo al
23 Esta fue una solicitud sumamente “extraña” para una presidenta, pues gran parte de estos brasiguayos están
asentados en tierras denominadas malhabidas, en función de haber sido distribuidas arbitrariamente por la
dictadura stronistas a sujetos que, por el Estatuto Agrario de 1963 de Paraguay, estaban destinadas a colonos
paraguayos beneficiarios de la Reforma Agraria. En junio de 2012, un juicio político sustentado por fuerzas
conservadoras, entre ellas la de grandes propietarios brasileños en el este, lleva al golpe parlamentario que
destituye al presidente Fernando Lugo.
Aníbal Orué Pozzo
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
21-23
exterior, en la región. El acuerdo Lugo-Lula de 2009, con sus 31 puntos, introduce
nuevas perspectivas en las relaciones bilaterales Paraguay-Brasil. Sin embargo,
éste no el único punto aun no resuelto en estas relaciones. La reconfiguración
de las fronteras físicas y simbólicas en los últimos 60 años — algunos de ellas
apuntadas más arriba — ha introducido cambios importantes; resta saber si ellas
estarán presentes al momento de todas estas negociaciones.
Referencias
Abente Brun, Diego. 2017. “La Política Exterior Brasileña: transformación, continuidad
y cambio. En D. Abente Brun (Coord.), Política Exterior Brasileña. Oportunidades
y obstáculos para el Paraguay, 9-58. Asunción: ServiLibro-CADEP.
Agência Brasil (2011). Dilma e Lugo fecham acordo para construção da segunda ponte
entre Brasil e Paraguai. http://memoria.ebc.com.br/agenciabrasil/noticia/2011-06-29/
dilma-e-lugo-fecham-acordo-para-construcao-da-segunda-ponte-entre-brasil-e-paraguai.
Consulta: 15 novembro, 2021.
Alegre, Heriberto (1977) La Colonización en el Paraguay: El Eje Este. Revista Paraguaya
de Sociología, 14 (38):135-155.
BASE IS. 2017. Los rostros del agronegocio en Brasil y Paraguay. https://www.baseis.
org.py/catorce-por-ciento-de-las-tierras-del-pais-estan-en-manos-de-brasilenos/
Consulta: 02 de febrero 2022.
Baumgratz, Deise. 2020. Brasil-Paraguai, uma relação sub-imperialista? Tesis de Maestría,
Universidad Estadual do Oeste do Paraná (UNIOESTE), Brasil.
BEM PARANA. 2019. Empresas brasileiras migram para o Paraguai em busca de
competitivade. En: https://www.bemparana.com.br/noticia/empresas-brasileiras-
migram-para-o-paraguai-em-busca-de-competitividade#.YiTMt_mZM2w. Acceso:
6 de febrero 2022.
Cardozo, Efrain. 1965. Los derechos del Paraguay sobre los Saltos del Guairá. Asunción:
Biblioteca Guaireña.
Carrón, Juan María (1974) La estructura de la producción y las migraciones externas
del Paraguay. Asunción: ELAS-CELADE.
Carrón, Juan María & Da Silva, Marcia Regina (2006) “La frontera Paraguay-Brasil:
Integración Económica y Desintegración Social”. En Revista Paraguaya de Sociología,
No. 125/126. p. 31-49.
Fogel, Ramón. 1979. Colonización agraria y distribución espacial de la población.
Característica del proceso. Revista Paraguaya de Sociología, 44:109-169.
Las fronteras paraguayas en el contexto de las relaciones Paraguay-Brasil (1960-2018)
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
22-23
Fogel, Ramón. 1989. La concentración de la tierra en los departamentos fronterizos.
Asunción: Comité de Iglesias para Ayudas de Emergencia.
Gagliardone, César. 1950. Organicemos una Nación! Asunción: La Colmena.
Galeano, Luis A. 2011. La exclusión en el sector rural del Paraguay. Asunción: CEPES.
Vol. VII, Libro 2. P. 53-76
Galeano, Luis A. 1986. El proceso de modernización y la cultura campesina. Asunción:
Cuadernos de Pastoral Social.
Glauser Ortiz, Marcos. 2009. Extranjerización del territorio paraguayo. Asunción: BASE IS.
Heikel, M.V. & Rojas, C. (1993) Otra vez migrantes. Una relectura de las condiciones
socio-económicas de la migración reciente desde y hacia Paraguay. Revista Paraguaya
de Sociología, 88: 107-125
Hoy. 2019. Senado rechaza Acta Secreta y pide transparencia a Abdo en toda negociación
con Brasil. En: https://www.ultimahora.com/cartes-empresarios-brasilenos-usen-
y-abusen-paraguay-n767800.html. Acceso 5 febrero 2022.
INE (Instituto Nacional de Estadísticas, Paraguay), 2022. https://www.ine.gov.py/
Publicaciones/Biblioteca/Web%20Paraguay%20Total%20Pais/3%20Diagnostico%20
poblacion.pdf. Acceso 10 octubre 2022.
IPARDES. 1982. Paraná: Economia e Sociedade. Curitiba: Secretaría de Estado do
Planejamento-IPARDES.
Jerovia. 2022. Deuda Histórica de Itaipu Binacional con el pueblo Ava Guarani Paranaense.
Asunción: Jerovia — FRL. 2ª. Edición.
Jerovia. 2020. Itaipu: deuda, soberanía e integración. Asunción: Jerovia — FRL.
Laino, Domingo. 1977. Paraguay: Fronteras y penetración brasileña. Asunción: Cerro Corá.
Mendonça, Heloísa. 2015. Empresas brasileiras migram para o Paraguai atraídas por baixos
custos. En: https://brasil.elpais.com/brasil/2015/09/10/politica/1441837292_242802.
html. Acceso 4 febrero, 2022.
Orué Pozzo, Aníbal. 2021. Los años previos al Stronismo en Paraguay: construcción
y consolidación de un Bloque Militar 1936-1954. Revista Estudios Paraguayos, 39
(2): 37-92.
Orué Pozzo, Aníbal. 2020. Los primeros años del stronismo: Conflictos internos y
relaciones Paraguay-Brasil 1956-1958. Revista Estudios Paraguayos, 38 (1): 209-252.
Orué Pozzo, Aníbal. 2015. “Años de plomo y margaritas: las relaciones Paraguay-Brasil
y el camino hacia el este”. En A. Orué Pozzo (Org.) Relaciones Paraguay-Brasil:
sociedad, economía y cultura, 133-142 Ciudad del Este: UNE-Escuela de Posgrado.
Orué Pozzo, A. & Araujo Pereira, C. 2020. “Frontera Paraguay-Brasil: un mapa nocturno
para Pedro Juan Caballero y Ponta Porã”. En D.Araujo Pereira, L.Fortes & S.Ribeiro
Cordeiro, Territórios em disputa: línguas, memórias e identidades, 95-123. Vol. 2.
São Carlos: Pedro & Joao Editores.
Aníbal Orué Pozzo
Rev. Carta Inter., Belo Horizonte, v. 17, n. 3, e1247, 2022
23-23
Padis, Pedro Callil. 1971. Paraná: Uma visão de conjunto. Revista de Administração de
Empresas, 11(1): 35-50. Río de Janeiro.
Palau, Marielle. (Org.). 2020. Con la soja al cuello. Informe sobre agronegocios en Paraguay.
Asunción: BASE IS. En https://www.baseis.org.py/wp-content/uploads/2020/11/
ConlaSojaalCuello2020-versionweb-2-compressed.pdf. Acceso 15 febrero 2022.
Palau, Mareille. (Org.). 2021. Con la soja al cuello. Informe sobre agronegocios en Paraguay.
Asunción: BASE IS. En: https://www.baseis.org.py/wp-content/uploads/2021/11/
Sojaalcuello2021-WEB.pdf Aceso 15 febrero 2022.
Palau, Tomas. 1994. Modificación de patrones migratorios y movilidad transfronteriza
en el Paraguay. Revista Paraguaya de Sociología, 31 (90):113-129.
Palau, Tomas. 2004. Capitalismo agrario y expulsión campesina. Asunción: UC-CEIDRA
Palau, Tomas. 2008. “El agronegocio de la soja en Paraguay — Antecedentes e impactos
sociales y económicos”. En Bernardo Mançano Fernandes (Org.), Campesinato e
agronegócio na América Latina: a questão agraria atual, 17-43. São Paulo: CLACSO-
Expressão Popular.
Palau, Tomás & Heikel, María Victoria. 1987. Los campesinos, el Estado y las Empresas
en la frontera agrícola. Asunción: Base Isec.
Pastore, Carlos. 1972. La lucha por la tierra en el Paraguay. Montevideo: Antequera.
Riquelme, Marcial. 2005. “Notas para el estudio de las causas y efectos de las migraciones
brasileñas en el Paraguay”. En R. Fogel & M. Riquelme, Enclave sojero, merma de
soberanía y pobreza, 113-143. Asunción: CERI.
Segalla, Amauri. 2018. Por mais vantagens empresários trocam o Brasil pelo Paraguai.
Correio Braziliense, 2018. En:
https://www.correiobraziliense.com.br/app/noticia/economia/2018/03/16/internas_
economia,666484/por-mais-vantagens-empresarios-trocam-o-brasil-pelo-paraguai.
shtml Acceso 01 de febrero, 2022.
Souchaud, Sylvain. 2007. Geografía de la migración brasileña en Paraguay. Asunción:
ADEPO-UNFPA
Ultima Hora (2014) Cartes a empresarios brasileños: “usen y abusen de Paraguay”.
En https://www.ultimahora.com/cartes-empresarios-brasilenos-usen-y-abusen-
paraguay-n767800.html. Acceso 03 de febrero, 2022.
Vuyk, Cecilia. 2013. Subimperialismo brasilero y dependencia paraguaya. Buenos Aires:
CLACSO, 2013. En http://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/collect/clacso/index/assoc/
D8967.dir/VuykTrabajoFinalCLACSO2013.pdf. Acceso en 28 febrero, 2022.
Zarza, Olga. 1989. Las ocupaciones de tierras en Paraguay. El lado oscuro de la propiedad
privada. Revista Paraguaya de Sociología, 71:81-95.